La obra pictórica de Sanromán se caracteriza principalmente por su carga simbólica, representada por personas que han marcado huella en el transcurso existencial de su expresión artística. Colores desvirtuados y saturados, claro-oscuros acentuados, expresiones y miradas penetrantes, ambientes oníricos, fusión de técnicas tanto contemporáneas como clásicas tales como pintura, electrografías artísticas y fotografía, crean un aspecto singular de cada una de las obras puesto que cada una de ellas es una vivencia personal única y como tal infinitamente irrepetible.